Después del duro golpe sufrido en la Copa Sudamericana, Once Caldas encontró en la Liga un bálsamo para sus hinchas. En el estadio Palogrande, el equipo blanco se impuso con autoridad 5-2 sobre Boyacá Chicó, en una noche donde la contundencia fue protagonista.
El partido tuvo tintes atípicos desde el inicio, pues un autogol del conjunto ajedrezado facilitaron el camino para los locales. A partir de ahí, el Once tomó confianza y amplió la ventaja con anotaciones de Kevin Cuesta, Robert Mejia, Jefry Zapata y Mateo Zuleta, quienes sellaron la goleada y devolvieron la ilusión en Manizales.
Por su parte, Boyacá Chicó no se rindió y encontró en Jorge Molina a su hombre más peligroso. El delantero marcó un doblete que puso en aprietos por momentos al equipo de Manizales, pero no fue suficiente para frenar la avalancha blanca.
Con este resultado, Once Caldas llegó a 16 puntos y se instaló en la décima posición de la tabla, dejando atrás la desazón internacional y enfocándose en el objetivo de meterse en el grupo de los ocho.
El Palogrande celebró con fuerza una victoria que, más allá de los tres puntos, significó un alivio anímico y un mensaje claro: el Once Caldas quiere seguir siendo protagonista.