El Once Caldas ha quedado en el centro de una inesperada controversia luego de que el Unión Magdalena anunciara que presentará un recurso ante la División Mayor del Fútbol Colombiano (DIMAYOR) para reclamar los puntos del partido disputado el pasado 4 de mayo en el estadio Sierra Nevada. Esto, a pesar de que el encuentro fue suspendido tras una invasión de campo protagonizada por los hinchas del equipo ‘bananero’, que interrumpieron violentamente el juego cuando Once Caldas ganaba 0-1.
El incidente se produjo en el minuto 80, cuando seguidores del Unión Magdalena ingresaron de manera agresiva al terreno de juego, obligando a los jugadores del Once Caldas a buscar refugio en los vestuarios para resguardar su integridad física. Durante el caos, el técnico Hernán Darío ‘Arriero’ Herrera fue agredido con una botella lanzada desde la tribuna, un hecho que aumentó la tensión en medio del descontrol. Esta invasión generó un caos absoluto, dejando al fútbol colombiano bajo un manto de preocupación por la seguridad en los estadios.
Pese a esta situación, el presidente del Unión Magdalena, Alberto Mario Garzón, sostuvo en una entrevista que el técnico del Once Caldas, Hernán Darío ‘Arriero’ Herrera, exageró los hechos. “Nosotros no negamos que las barras ingresaron y causaron altercados, pero también queremos denunciar que durante el incidente, el técnico del Once Caldas afirmó falsamente que le habían pegado”, afirmó Garzón, minimizando la gravedad de los actos violentos y tratando de desviar la atención hacia el comportamiento del cuerpo técnico rival.
Sin embargo, desde el Once Caldas consideran que esta narrativa es un intento desesperado por salvar puntos en el escritorio luego de los graves errores en el manejo de la seguridad por parte del Unión Magdalena. Testimonios, imágenes y videos del incidente muestran claramente el riesgo al que se vieron expuestos los jugadores y cuerpo técnico del equipo manizaleño durante la invasión, que obligó al árbitro a cancelar definitivamente el encuentro ante la evidente falta de garantías.
La DIMAYOR, junto a las autoridades locales y la Policía, sigue investigando los hechos para determinar las sanciones correspondientes, mientras crece la presión para que se tomen decisiones ejemplares que envíen un claro mensaje contra la violencia en los estadios.
El caso se mantiene en desarrollo, y se espera que en los próximos días se defina el destino de los puntos en disputa, cruciales para las aspiraciones de ambos equipos en el torneo. Once Caldas, firme en su postura, confía en que se respete el reglamento y que los actos de violencia no sean premiados con decisiones administrativas a favor de quienes provocaron el caos.