El estadio Palogrande fue testigo de una tarde noche para el olvido. Once Caldas, que había comenzado con ilusión y una buena dosis de intensidad, terminó siendo arrasado por un Independiente Medellín que fue superior en cada línea y que aprovechó todas las grietas de un equipo desordenado y sin equilibrio. El 1-5 final no solo reflejó el dominio del “Poderoso”, sino también la preocupante actuación de un Once que, justo cuando podía dar un salto al grupo de los ocho, dejó escapar una oportunidad de oro… y de qué manera.

El partido comenzó con buenas sensaciones para el conjunto blanco. Con el apoyo de su gente, Once Caldas salió decidido a imponer condiciones y encontró premio temprano. Al minuto 22, Jefry Zapata abrió el marcador con un remate potente que desató la euforia en las tribunas. Era el momento ideal para consolidar la ventaja y jugar con inteligencia, pero lo que vino después fue todo lo contrario.

El medio campo caldense fue un coladero. Mateo García e Iván Rojas nunca se encontraron, las líneas se partieron y Medellín lo aprovechó sin piedad. Al minuto 30, Bryan León igualó el marcador, y desde ahí el control del juego cambió de manos definitivamente. El mismo León puso el 1-2 justo antes del descanso, al 45’, con una defensa desubicada y sin reacción.

En la segunda mitad, Once Caldas se desmoronó. Fydriszewski amplió la ventaja al minuto 56, Leider Berrío, con total libertad, al 67’, y por último, Diego Moreno de cabeza sentenció definitivamente al minuto 90′. El equipo de Manizales no tuvo respuestas, ni desde el banco ni en el campo. Sin ideas, sin orden y sin alma, terminó entregando un resultado doloroso que lo deja tocado anímicamente y comprometido en la tabla.

La derrota no sólo representa tres puntos menos: es un golpe fuerte a la confianza y al sueño de clasificación. El margen de error ahora es mínimo. Restan cinco partidos y Once Caldas deberá ganar, al menos, tres para mantener viva la esperanza de estar entre los ocho mejores.

El siguiente reto será frente a Llaneros, en condición de visitante, un duelo que se antoja decisivo para definir si este equipo está realmente para clasificar o si se resignará a ver los cuadrangulares desde fuera.

Por Juan Manuel Rivera

Periodista en formación de la Universidad de Manizales. Cubro el día a día de Once Caldas. 21 años.

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