En la segunda fecha de la Liga BetPlay 2025-II, Once Caldas volvió a dejar más dudas que certezas. Esta vez, la derrota fue ante Fortaleza CEIF en condición de visitante, con un 2-1 que reflejó no solo el resultado, sino también las diferencias en intensidad y funcionamiento entre ambos equipos. El conjunto albo, con una nómina en su mayoría alterna, nunca logró imponer condiciones en el juego y terminó siendo superado por un equipo que, incluso con un hombre menos durante gran parte del segundo tiempo, supo controlar el trámite y asegurar los tres puntos.
El marcador se abrió temprano, cuando al minuto 16 Emilio Aristizábal convirtió desde el punto penal tras una infracción en el área del Once por parte de Juan Camilo Garcia. La pasividad defensiva y la falta de sincronía en la zona posterior fueron evidentes, y el local aprovechó cada espacio. El segundo golpe lo dio el capitán Ronaldo Pájaro al minuto 40, quien amplió la ventaja tras otra desconcentración defensiva del Once.
El descuento llegó por parte del de siempre: Dayro Moreno, quién apareció en el 45+2 para empujar al fondo de la red una gran jugada individual de Deiner Quiñones, quien desbordó por derecha y asistió con precisión a Esteban Beltrán, encargado de servirle el balón a Dayro. Sin embargo, más allá del gol, fue muy poco lo que mostró el equipo.
En el segundo tiempo, Fortaleza se quedó con 10 jugadores tras la expulsión de Sebastián Izaza al minuto 52, pero ni siquiera con la superioridad numérica el equipo dirigido por Hernán Darío Herrera pudo inclinar la balanza a su favor. Se intentó con remates aislados, sin claridad, sin ideas colectivas. Nuevamente, se hizo evidente que Once Caldas depende en exceso de sus individualidades para generar peligro.
La preocupación crece. A pesar de los cambios en la alineación, el funcionamiento sigue siendo irregular, predecible y sin cohesión. La Liga apenas comienza, pero el tiempo para mejorar se acorta si el equipo quiere ser protagonista y no espectador.