Once Caldas sumó su cuarto partido consecutivo sin perder en liga, pero este empate sin goles frente a Boyacá Chicó deja un resultado que sabe a muy poco.
El partido terminó con siete y ocho jugadores por equipo. Hubo cuatro expulsados, además del delegado de campo de Once Caldas. A los minutos 52 y 88, Castaño y Cardona vieron la tarjeta roja. Herrera alineó un equipo muy distinto al que jugó en la Copa Sudamericana; solo Aguirre y Patiño se mantuvieron como titulares.
La primera media hora fue excelente para el Once. Sin embargo, al minuto 27, Gilbert Álvarez erró un cobro desde el punto penal. El Blanco generó varias llegadas, pero ninguna tuvo destino de gol. Luego, Chicó adelantó líneas y tomó confianza, aprovechando el desgaste de la visita, que había ejercido una presión alta e intensa en ese primer tramo.
En el complemento, Boyacá Chicó mostró una mejor cara con el ingreso de Vladimir Hernández. No obstante, tras una expulsión por bando en el minuto 52, el partido perdió ritmo y se tornó brusco, con roces y retaliaciones. Dayro Moreno y Esteban Beltrán ingresaron, y aunque el equipo mostró algunos chispazos del buen fútbol del inicio, el gol siguió siendo esquivo para el Blanco. Mateo Zuleta tuvo la más clara del segundo tiempo frente a Dennis, pasados los 70 minutos.
El cierre del partido fue accidentado y con muy poco juego. Jorge Cardona y Estéfano Arango también se tuvieron que ir antes de tiempo a las regaderas por juego brusco y agresión. Chicó estuvo cerca de ganarlo con Hassam Vergara, pero se encontró primero con James Aguirre y luego con Riquett, que salvó en la línea.
Once Caldas llegó a 20 puntos y se mantiene en la puerta del grupo de los ocho, en la décima posición. Ahora toca pensar en La Equidad, que visitará Palogrande el próximo miércoles santo, y a digerir rápidamente este punto en Tunja que sabe a muy poco.